I

El niño ve al árbol

el árbol lo ve.

 

El niño se hace sabio /

y recuerda que un día fue liquen y roble /

que aprendió amar la cáscara

la hoja caída hacia el destino sedimento

la semilla desbocada rumbo a la gruta /

tibia /

                  húmeda sabia del amor que nos acoge

arrullo /

siembra destinada a la floresta

continencia de fruto y flor

 

andamio para el nido   .

 

 

II.

Desde el trazo arbolado en que amanece

puede ver a sus congéneres crecer

mover sus hojas en el vuelo / que alza anchura

pero queda circular /

revoloteo parpadeante enraizado de la brisa

intento perdurable hacia arriba / hacia lo alto /

hacia la cumbre/

siempre hacia la cumbre en el ápice desenvuelto de la hoja.

 

Puede ver en su memoria al roble que conversa

con ceibo y guayacán/

la danza del almendro /

chaperno y cocobolo con palmeras

el cedro le dice:

–Lo que un árbol sabe no hay tronco derribado que lo olvide

aun si dura cuatro siglos en llegar hasta la playa

empujado por las riadas / gateando con las ramas /

cómplices de piedras / invierno tras invierno   .

 

–Hay árboles sembrados tierradentro /

Su raíz desde los mares busca a Dios /
o simplemente mira al cielo.

 

El niño-plántula que crece / convoca pájaros con su caricia de liquen /

            estornudan esporas en lenguaje del guarumo /

uno con la nube / con la niebla /

baja senderos con la gota embarazada /

crecida por la hoja hacia el arrollo

en aguaceros del Tárcoles y el Térraba.

 

            Ve pasar al huracán / otros sueltan sus raíces /

Bajan los portentos todavía verdosos / Llora con su pelo de musgo /

Se mezcla savia con la espuma del cacao / tierrabajo / barroadentro / sedimento /

rescoldo de las hojas y las ramas en el caudal / ciénaga con garzas / caimanes y gaspares /

                                                            Lluvia / lluvia / montaña y lluvia

aljibe de cieno y piedras rumbo al mar.

 

                        A lo lejos

el almendro consume el vuelo de lapas y tucanes

vuelta de hoja /

calma espesa y renovada

por el paso de Huracán   .

 

 

III.

Llega el tronco esqueleto langosta hacia la orilla

reino del plancton / el cardumen / la gaviota y el pelícano.

Fiera de mar /

de sal o de cilicio que en siglos será cardumen o arrecife.

Brama la nostalgia de lo verde frente al mar/

pero no hay animal domado

sino memoria de los nidos y el vuelo.

 

Nadie es tronco simplemente/

nadie cae si la palabra brisa menciona savia en bajamar /

desembocadura botánica del mangle /

flujo / flujo / reflujo de madero renovado en la semilla

                        / vuelta y re-vuelta por la magia hacia la selva.

 

 

IV.

Cuando un árbol cae / hace pausas en el mar /

ruge su reclamo de amor

instante en que la simiente ordena:

–Si fuera un árbol derribado / bajaría de la ruina / con mi espíritu / nostalgia de lo verde por venir/

a beber espuma / elixir de los mares /

para llegar a mi destino /

 

 

Padre Árbol / que me aguarda …

 

 

V.

He visto la brisa transparencia de salitre /

vagar sobre la espuma con su remolino de acordes /
música de arena

 y en ella /

un árbol libera su espíritu de tronco /

violín.

 

 

VI.

Por hoy / me puedo dar por entendido.

 

He visto al árbol que me ve /

la semilla y su entelequia en el poema de los bosques

ceñido en el ojo de la copa

/ sin vértigo

                                                            / trazar la altura de un halcón.

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